En una casa antigua y noble,
llena de fotos de Reinas y Banderas,
esperábamos al Cónsul Italiano.
El final del verano fue veloz,
nubes en el cielo y hojas en la tierra,
cargado de lujuria se presentó el otoño de Bengasi.
Sabes que es deseo de la mano
el impulso de tocarla,
ya le he escrito una carta al Gobernador de Libia.
Los traficantes de armas,
con los ministros pasan las fronteras,
ir a hacer la guerra en Trípoli.
Por el cielo van los coros de soldados
contra Al Mukhtar (El león del desierto, héroe Libio) y Lawrance de Arabia,
con canciones populares de tabernas.
Sabes que el idiota de Graciani (Político y militar Italiano)
seguro que acabará mal,
ya le he escrito una carta al Gobernador de Libia. (F. Battiato)
GIUBBE ROSSE - 1989