Entrevista (2004) (Meditación) |
Meditación |
Franco Battiato lo hace desde hace 35 años. Dos veces al día. Se encuentre en su Catania o en la otra parte del mundo. Destino: «La única zona del Universo donde las recomendaciones no sirven». "Medito todos los días, al alba y al anochecer." Dice justo así, al anochecer, usando este término arcaico que transmite un sentido de calma y al mismo tiempo de melancolía.Una palabra liberada del reloj apresurado de los hombres, pero atada al paso del tiempo solar, las estaciones, el viento, la lluvia y el mar que Franco Battiato ve en la lejanía desde su casa sobre las laderas del Etna donde migra en primavera hasta el otoño. El resto del año lo pasa en Catania, con algún episodio en Milán y Londres, para trabajar y para tomar una bocanada de aire metropolitano. Porque Franco Battiato es un místico, no un ermitaño. Y uno que ha decidido tomar del mundo moderno sólo la parte que le interesa. Querríamos hacerlo todos,dirán ustedes. Bueno, sí, pero no es tan simple. Espiritualidad, ascetismo, visiones, pureza interior, todas las ideas místicas que encontramos en su música no están ahí por casualidad. El recorrido de búsqueda interior de Battiato, ahora cincuenta y nueve años, lo hizo famoso con La voce del padrone (1981), primer LP en Italia en alcanzar el millón de copias, hace tiempo ya que hunde sus raíces. |
Cuando? "Diría que hace treinta y cinco años. Yo nací en el 1945, pero mi vida comenzó a definirse como tal cuando descubrí la meditación, en los primeros años setenta. La práctico dos veces al día, como los egipcios. Cambio el horario según la estación. En todo caso, no son reglas fijas, si tengo compromisos la desplazo. Pero nunca renunciaría, para mí se ha convertido en una cosa indispen- sable, no podría vivir sin ella." Ahora el esoterismo está muy de moda. Hay escuelas de meditación yoga, sufí, incluso Spa que ponen a disposición masajes en paquetes anti flacidez y meditación anti estrés. Usted que meditación practica? "La mía es una meditación personal. Con los años he leído y reunid todas las indicaciones posibles. Después elegí mi línea personal. Medito de cuarenta a cincuenta minutos. Cuando empecé, en los años 70, empleaba media hora para relajar todo el cuerpo. Hoy en una fracción de segundo logro reconectar con todo el trabajo que ya he hecho. Si hay algunas partes que se deban disolver, si están llenas de nudos, es difícil captar algo. Es la eterna lucha entre el sí y el no. Al principio el cuerpo,no estando amaestrado, tiene sus propias necesidades, no quiere quedarse quieto en esa posición, te sugerirá excusas de todos los tipos, obligaciones imaginarias, obligaciones que no se pueden posponer. En cambio,es todo aplazable”. Porque comenzó? "Empecé por necesidad, por problemas existen- ciales. Una persona en un cierto punto de la vida se detiene y busca entender: por qué haces lo mismo? Tenía 24 años. La política nunca me ha interesado . Con el movimiento no he tenido nunca contactos. Todavía tengo un sentido de notable desagrado si pienso en las ocupaciones, en las salas de actos con muchos que después he descubierto terroristas. Ya entonces entendí que se empeña mucha más energía en los asuntos efímeros que en aquellos serios”. Para usted lo social no existe? "Con el tiempo he descubierto que aumentando un cierto tipo de sensibilidad estas más cercano a la gente, pero de lejos. Es un camino que aun mostrándote que eres - miserable - te lleva a aceptarte y corregirte. Desde joven siempre he tenido grandes sospechas hacia aquellos que siempre se meten con otra persona y nunca se miran a sí mismos ". En qué cosas cree? "Como escribió Rumi:" Yo no soy musulmán, ni hinduista ni católico.No creo ni en el cielo ni en la tierra”. Después de un cierto número de existencias (Creo en la reencarnación) se espera entrar en el mundo del no retorno”. Incluso el protagonista de su película Perdido Amor, escrita junto al filósofo y amigo inseparable Manlio Sgalambro, descubre un cierto tipo de literatura esotérica. Como ha llegado a estas coincidencias? "Descubrí por primera vez los místicos de la India: Yogananda, Aurobindo. Después pase al budismo, al sufí, y sobre todo, fundamental, al sistema de Gurdjieff. He tenido muchos Maestros. Entre nuestros occidentales a Santa Teresa d'Ávila, Juan de la Cruz y después todos los padres del desierto, San Agustín. Empecé como un autodidacta. He aprendido a ordenar el desorden, a no dispersar- me. Dice Gurdjieff: "El tiempo es precioso, no lo desperdicies por cosas que no estén relacionadas con tu meta." Autodidacta, como en todas las otras cosas que usted ha hecho. De la música a la pintura, al cine. "Sí, también con la música era un escuchante. Después encontré a Stockhausen, quien me propuso interpretar una obra suya y no podía creer que no supiera leer la partitura. Así que empecé estudiar la escritura clásica. Incluso con los textos sagrados, soy como uno que va por mar como aprendiz y luego encuentra el mapa náutico". Que es lo sagrado para usted? "Sólo por bromear, puedo decir que es la única zona de nuestro universo dónde no hay recomen- daciones. Lo sagrado no se puede comprar. Si no dejas el lastre, en estas zonas no entras”. Con la meditación ha logrado usted dejar su lastre? "Lo intento. Cuanto más se asciende, más la materia se hace ligera, mas tienes la percepción de mundos delicados y sutiles. Tienes que dejar fuera la grosería y un cierto género de pensa- mientos. Algunas sensaciones, una pelea, una guerra contaminan tus sentimientos son tirados abajo, hacia lo bajo”. Pero lo bajo existe. “Lo social como luga r común no me interesa, envidia y celos son mundos que si no se pueden eliminar al menos se deben tratar de controlar. Paul Valéry escribió una página de inolvidable belleza sobre la competición entre los hombres. Lo competitivo necesita del otro, solo no es nadie”. De acuerdo, usted tiene la necesidad de alejarse, pero existen los hombres, las guerras, los orde- nadores, los móviles, la televisión. “Observe que yo uso internet para buscar aquello que me sirve, he encontrado interesantes compo- sitores desconocidos de los siglos V, VI y VII, para mi próxima película. Uso corrientemente el móvil.Cojo los aviones. Soy un teleadicto. Miro los telediarios de CNN y BBC y los comparo con los italianos. Las críticas que le hacen a Bush los americanos, nosotros ni las soñamos. A la noche después de una jornada de trabajo, busco películas y programas científicos por satélite; miraba también un programa de música clásica, ahora desaparecido. Me enorgullezco de no haber visto nunca el Gran Hermano: me tope con el por tres segundos y me escape a lo grande” Oriente y Occidente. Usted de que parte esta? “En medio”. |