TELESIO (2011)
La Obra se compone de dos actos,
más un epílogo.
La Obra se compone de dos actos,
más un epílogo.
Texto del libreto de la Ópera |
INTRODUCCIÓN |
El Poeta Yo vivo al final del sistema solar. Débil es el "ser" mismo. En lo que parece. Se va agotando el cabo de la vela, y solo queda la mecha, el flujo luminoso de nuestra mente. Para el resto, desvestirse, vestirse, levantarse, acostarse y continuar viviendo. Como nada. S i no se despierta lo que llamamos Espíritu, que hasta que se demuestre lo contrario duerme, bien poco nos queda. Se levanta el viento de las palabras, la armonía y la proporción dirigen el pensamiento. Se cancela la insubordinación. El estigma de la asunción se imprime sobre las cosas. Desierta, desolada, la Tierra no más perturbada brilla a la luz de su pensamiento. Bernardinos Cosentinos, este pensamiento (Latín) Cayeron pues los velos en su pensar, las espinas y las flores cayeron. Respiraba la Tierra restituida al noble espacio, a los cielos, Tierra no más degenerada, perversa. Olorosa roca. En la que Dios se inmunda y no se hable más. Dado que no hay ningún Dios las entidades divinas pueden sentir el poder. (Latín) Ve, suéltate al viento, gime el eje de la tierra, sigue el encanto de su movimiento. Su contrapunto. Calor y Frío, cielo y tierra. El Arzobispo de la filosofía moderna los transforma en danza. Celebradas murallas el templo de la mente las acoge. Portal bordado de terrenos de razonamientos, las palabras no son mortales si las oímos a tanta distancia. Oh Carovan Serraglio de argumentos. Oh dulce cosentino! |
Bernardino Telesio "Si yo hablo de mí, no hablo en tono textual. Yo soy un tronco, un árbol partido, un sarmiento, una piedra sin río, un pájaro disecado. Una rosa, una cosa. Una excusa. Yo empiezo - te has convencido? - de un fabula" (El nuestro, en el centro de una modesta habitación estaba y al rededor de sí miraba la danza de una mosca. Es necesario intentar, tratar de pensar, hablar, decir todo, decía el cosentino) Yo malvado de esta tierra, que de nuevo la luz reanuda resplandor, la sombra desaparece, vacía regresa en el cansado tango universal. Pero afirmo y juro que en el caso de que no fuese su punto estable, en ningún caso se podría mover el cielo. |
Coro (Tierra al centro, pues. Así empieza el juego). |